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Historia de Sierra de Yeguas


Historia de Sierra de Yeguas

El término municipal de Sierra de Yeguas estuvo habitado, al menos, desde la época Neolítica, como lo prueban diversos yacimientos existentes en la zona. Pero también se han descubierto restos romanos, entre los que destacan unas termas y una necrópolis.

De época más reciente, se cree que durante la conquista de Antequera, el Infante Don Fernando pernoctó en Sierra de Yeguas. En 1549 la Villa pertenecía a la jurisdicción de Estepa, como queda patente en que las armas de los marqueses de Estepa figuran en la iglesia parroquial.

Hasta 1874, en lo religioso, y por su vinculación con el marquesado, la Villa perteneció a la vicaría "verenullius". Era ésta una curiosa institución que le hacía depender directamente de la Santa Sede en Roma. En lo civil-administrativo, Sierra de Yeguas perteneció a la provincia de Sevilla hasta el siglo diecinueve. Y es que este municipio es frontera entre las provincias de Málaga y Sevilla.

De gran importancia en la zona fue el agua, motor económico de una agricultura que en siglos pasados le procuró el nombre de "madre de la cebada". Su situación fronteriza y esta economía han configurado el carácter local del pueblo y de sus habitantes, con una tipología urbana en la que predominan las casas de una o dos plantas, ventanas bajas y perfectamente encaladas.

La búsqueda y descubrimiento del agua en el subsuelo de la zona fue alentada por Don Francisco Granados Arjona entre finales del siglo diecinueve y principios del veinte el cual se dedicó a excavar pozos hasta que se arruinó muriendo en 1919 sin alcanzar su propósito. Pero en los años setenta del siglo pasado, ya con maquinaria moderna, el sueño se hizo realidad. Y la agricultura lugareña fue la gran beneficiaria, especialmente el olivar, aunque también sigue teniendo gran relevancia la cebada, la caña de azúcar y la remolacha, todo ello sin olvidar las nuevas vías productivas, comerciales e industriales, como la dedicada al espárrago, auténtico símbolo de la nueva agricultura (fundamentalmente el espárrago verde). Y es que toda la vega está sembrada de ellos y otros productos hortofrutícolas, posibilidades que, como decíamos, han sido facilitadas por esa abundante agua.

Como núcleo poblacional más importante, a parte del propio municipio, está Navahermosa que es un poblado de colonización surgido en la mitad del siglo veinte. En cuanto al territorio del término municipal, la orografía está presente allá donde vayamos. La Sierra del Caballo y el río Yeguas son parte de la naturaleza e historia de la localidad. Una tierra que en otro tiempo generó múltiples conflictos y que hoy está repartida por dos intervenciones del Estado: la zona de regadío de Navahermosa, a razón de 12 fanegas por familia; y la finca La Peñuela, en la que trabajan cooperativas de Sierra Yeguas y de Los Corrales, esto es, Málaga y Sevilla unidas por el inevitable destino fronterizo.